En 2018, el número de visitantes a Cardona ascendió a 130.084 personas, una cifra muy elevada si se compara con la población de la ciudad, 4.652 habitantes. Con estos datos desproporcionados, creemos que potenciar el turismo de la ciudad puede ayudar a la economía local y así frenar la despoblación y atraer nuevos residentes.

Actualmente, Cardona cuenta con dos atractivos turísticos: la montaña de sal y el castillo medieval (aparte del casco antiguo). Sin embargo, la ciudad cuenta con recursos naturales que le dan un potencial mucho mayor: sal de más de 40 millones de años, agua (del río Cardener) y una gran reserva de agua salada subterránea.

Los beneficios de la sal en el mundo de la salud y el bienestar son bien reconocidos. Ayudan con problemas respiratorios, relajan el sistema nervioso, cuidan la piel e incluso alivian los dolores en el sistema esquelético.

Valorando las posibilidades de posicionar Cardona a nivel europeo, un centro de bienestar dedicado a la sal sería el equipamiento que podría dar el valor añadido necesario a la ciudad. Se ubicaría en el territorio del parque cultural existente, ubicándose en un lugar con vistas privilegiadas al valle salino y al castillo de Cardona sin invadir el espacio natural. De esta forma, el centro de bienestar impulsará una renovación del parque cultural y, a su vez, aprovechará sus infraestructuras existentes. El proyecto contempla la posibilidad de potenciar la experiencia del recorrido por el parque con intervenciones específicas y la creación de un eco-hotel para completar la estancia del visitante.

Consideramos que el centro de bienestar tiene que ser un derecho accesible a todas las personas cuantas veces quieran y no sólo como regalo en ocasiones especiales. Por este motivo, el centro tendrá dos posibilidades de recorrido. Uno con una experiencia sensorial y meditativa para aquellos que quieran desconectar por completo y otro con un coste reducido para disfrutar con mayor frecuencia de tratamientos terapéuticos básicos.